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Nuestras Tierras

El Camino Real y las espectaculares tierras públicas de Nuevo México

Por John Suval

Vaqueros, corridos y el Cristianismo. Basta considerar estas tres influencias en la historia de Nuevo México para poder apreciar la importancia de El Camino Real de Tierra Adentro.

Cortesía del Rails-to-Trails Conservancy’s TrailLink.com Web site.
Cortesía del Rails-to-Trails Conservancy’s TrailLink.com Web site, Millennium Trails archive.

Comenzando con la expedición de Juan de Oñate en 1598, una ola sucesiva de exploradores, colonizadores y comerciantes se abrieron camino desde la Ciudad de México hasta el área de Santa Fe, en Nuevo México, haciendo de esa vía el principal tránsito de personas, ideas y mercancías hacia la región.

“No se puede entender la historia, geografía o ecología del Oeste Americano si no se tiene en cuenta El Camino Real”, dice Stephen Fosberg, arqueólogo estatal de la Oficina de Administración de Tierras (BLM, por sus siglas en inglés).

Numerosas ciudades, entre ellas Albuquerque, y buena parte de la infraestructura del transporte de Nuevo México, se desarrollaron a lo largo de El Camino. Actualmente esa vía juega un papel importante en la conservación de la fauna más diversa de ese estado.

Vastos tramos de El Camino atraviesan áreas silvestres en las que habitan venados, zorros grises, coyotes, javelinas, salamandras, halcones, correcaminos y otras especies. En algunos lugares, este territorio luce como cuando Oñate y su contingente de 600 hombres lo atravesaron hace cuatro siglos.

Nuevo México, conocido como la Tierra del Encanto, puede vanagloriarse de ser la “cuna de las zonas silvestres conservadas”. Fue aquí precisamente donde se estableció en el área de Gila el primer territorio silvestre nacional en 1924, en buena medida por el esfuerzo del gran naturalista Aldo Leopold.

En el estado de Nuevo México existen 26 millones de acres de tierras públicas, es decir zonas que son propiedad de todos los estadounidenses. Aunque abundan las zonas silvestres, sólo 1.5 millones de acres gozan de la protección del Sistema Nacional para la Preservación de Areas Silvestres.

El BLM tiene a su cargo en todo el país 262 millones de acres, situados principalmente en 12 estados del oeste del país. El Camino Real, administrado conjuntamente por el

BLM y el Servicio Nacional de Parques, es reconocido oficialmente como un Camino Histórico Nacional. El impresionante Monumento Nacional Kasha-Katuwe Tent Rocks, situado al lado de las tierras tribales de Cochiti es otro de los tesoros del BLM.

Lamentablemente, muchas de nuestras tierras públicas se encuentran amenazadas por la minería, el tránsito de vehículos todo terreno y el desarrollo energético. Algunos ambientalistas consideran que factores tales como una cantidad insuficiente de personal, un financiamiento inadecuado y el enfoque tradicional del BLM que favorece la producción sobre la conservación, podrían constituir una amenaza para estos preciados lugares.

“Estas tierras nos pertenecen a todos y cada persona tiene la obligación de velar para que el BLM las proteja”, dice Dave Alberswerth de la organización ambientalista The Wilderness Society. “Somos nosotros los que debemos decidir sobre la protección de nuestras valiosísimas tierras públicas para el disfrute de nuestros hijos y nietos”.

Usted puede ayudar a preservar estos territorios poniéndose en contacto con sus congresistas federales con el fin de expresarles su apoyo a la protección de estas maravillas naturales, incluyendo las áreas administradas por el BLM. También puede contactar a la oficina regional de esa agencia federal y sugerir ideas de cómo administrar estas tierras.

Salga de la rutina diaria y pase un día familiar caminando por algunos de los tramos de El Camino Real.

“Estas tierras nos enriquecen como seres humanos”, dice Joyce Fierro, funcionario del BLM en Nuevo México. “Son ricos recursos culturales que se encuentran en nuestro propio patio. Todos tenemos un papel importante en protegerlos para que las futuras generaciones los disfruten. Son nuestras tierras”.

Para más información sobre cómo disfrutar y preservar El Camino Real y otras tierras públicas cerca de su área, llame a la Línea de Ayuda de la Red Hispana al 1-800-473-3003, o visita el sitio de Internet www.tierranuestra.org, de The Wilderness Society.